miércoles, 4 de enero de 2017

CAMBIOS QUE MUY PRONTO SE VERÁN GRACIAS AL 5G

Expectativa. Se estima que para 2020 las redes ya estén disponibles comercialmente.


En pleno despliegue de clientes y utilización de 4G, se empieza a prever lo que traerá consigo la próxima generación de conectividad, que promete explotar las cualidades de la anterior al máximo. Aunque se pueda pensar que la diferencia entre el pasado 3G, el actual 4G y el futuro 5G radica exclusivamente en la velocidad, la realidad es que cada nueva generación supone todo un abanico de posibilidades. Se estima que esta tecnología, la 5G, se vuelva de uso común en 2020, aunque algunas informaciones ya sugieren que las primeras pruebas se realizarán de cara a la Copa Mundial de Fútbol de 2018. Estos son sólo algunas de los cambios que se introducirán.

Aumento de la velocidad. Como no podía ser de otro modo, el 5G conllevará el aumento drástico de la velocidad. El servicio actual alcanza velocidades medias de entre 100 y 200 megabytes por segundo, habiéndose llegado hasta los 800 megas en circunstancias de conexión idóneas. Por su parte, la quinta generación espera superar los 5 gigabytes por segundo o incluso alcanzar los 10 gigabytes, una cifra muy por encima de lo que ofrecen actualmente las mejores redes.

Mínima latencia. La velocidad de respuesta o latencia será otro de los cambios fundamentales del 5G. El futuro servicio contará con una capacidad de respuesta entre dispositivos mucho más inmediata que las anteriores tecnologías. Aunque no todas las aplicaciones se beneficien de esta característica, para algunas esta circunstancia supone una cuestión crítica. El telecontrol industrial, las aplicaciones de telemedicina y los coches autónomos son ejemplos en los que una mínima latencia sería clave para un uso eficaz. En el caso de los coches, la diferencia entre una velocidad de respuesta alta y baja puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte en caso de accidente.

Señal de video. La nueva velocidad también aportará beneficios a las transmisiones de vídeo en aplicaciones, lo que resulta muy necesario valorando que la tecnología 4K, cuya información pesa cuatro veces más que el actual HD, está cerca de asentarse. La dificultad para los proveedores de servicios reside en la capacidad de ofrecer contenidos masivos de vídeo a una multitud de clientes al mismo tiempo, por lo que esta tecnología favorecerá a aquellos lugares con menor población donde no se desplieguen redes de fibra fija hasta el hogar.

Regeneración de infraestructuras. El previsible aumento del tráfico de datos que acompañe al 5G supondrá la necesaria regeneración de la red de antenas. En este sentido, habrá que desplegar decenas de antenas mucho más pequeñas y de menor cobertura que acompañen a las actuales, para hacer la red más densa. Por ello, es probable que todos los operadores decidan colaborar entre sí compartiendo las redes, o que por otro lado aumente la representación de los operadores neutros como Cellnex en las infraestructuras.

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