El gigante tecnológico coreano Samsung informó que reemplazará todos sus teléfonos inteligentes Galaxy Note 7 equipados con baterías proclives a quemarse y que detendrá su venta en 10 mercados, un golpe devastador a lo que había sido la reactivación del negocio de móviles de la firma.
Sobrecalentamiento. Cuando la compañía informó del fallo de las baterías del Galaxy Note 7, instó a los que ya lo habían comprado a apagar los teléfonos y reemplazarlos por otros nuevos. Pero este cambio supone un proceso largo y por este motivo han lanzado una actualización del software, que pretende evitar nuevos incidentes con las baterías (Explosiones) mientras se espera el terminal de sustitución. En Corea del Sur ya se han devuelto 2,5 millones de teléfonos. Según la empresa, el problema de que el teléfono se queme se debe a un fallo de fabricación de la batería.
Reacción. Analistas dijeron que Samsung tiene que actuar rápidamente para minimizar el daño a su recuperación en teléfonos avanzados, después de que una serie de productos exitosos revirtió una caída en la participación de mercado del mayor vendedor mundial de teléfonos inteligentes.
La compañía dijo que pretende que el Galaxy Note 7 mantenga fuertes ventas en la segunda mitad del año ante la creciente competencia de empresas como Apple.
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