Uno de los dispositivos más vendidos en el mundo es la tablet. Según Forbes, el 87% de los dispositivos conectados para el 2017 serán tablets. El asunto con estos equipos es que suelen ser gadgets (Accesorios) compartidos a diferencia de los smartphones que son más individuales. Si se encuentra en esta situación, es importante tomar algunas medidas para que el uso de la tablet no cree molestias entre los usuarios involucrados, sobretodo en la familia.
Crear varias cuentas. Por supuesto, la mejor solución para compartir una tablet y la primera medida a tomar es crear varias cuentas, una para cada persona que la use. De esta manera cada quien tiene sus propios contenidos guardados, su propio historial de navegación y sus propias aplicaciones. Siempre habrá un usuario que será el administrador y que tendrá autoridad de eliminar usuarios y con esto quitar también las aplicaciones y liberar espacio en el disco de almacenamiento.
Si se tiene una tablet con Android se pueden crear cuentas fácilmente, visitando el área de configuración y luego el apartado de Usuarios. Ahí cada quien podrá poner su cuenta de correo de Google. El iPad es un poco más egoísta y no tiene esta opción por defecto. Pero hay soluciones como una aplicación llamada OurPad que cuesta $2.99.
Establecer reglas. A pesar de que la vida de la batería de una tablet puede ser de días, si se le usa constantemente podría durar menos de un día. Esto pasa mucho con los smartphones: al final del día, cuando ya no se tiene batería, hay la responsabilidad de ponerlo a cargar si se quiere usarlo al otro día. Pero, si la tablet es compartida, ¿quién se encarga de esta tarea?
Esta es una situación que se debe resolver, por eso hay que establecer quién se encargará de cargar la tablet y a qué hora lo hará. Puede que la solución sea que se cargue cada vez que se vea que tiene poca batería, que sea una sola persona quien tome esta responsabilidad, o que todas las noches se ponga a cargar.
Establecer horas. Si se quiere usar la tablet en cualquier momento del día, es hora de ahorrar y comprar una nueva que sea de uso individual. Pero si se está compartiendo, hay que establecer también a qué hora lo usará cada quien. Esto dependerá de las rutinas diarias de cada uno.
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